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País:España
Idioma:español

Materiales biocerámicos que emiten radiación infrarroja para el alivio del dolor musculoesquelético


EFSM: 2023;3:230051DOI: 10.52778/efsm.23.0051Publicado el día: 17.12.2023
Bill Giannakopoulos, Mohamed Amessou y Eva Koscova

Los trastornos musculoesqueléticos son la principal causa de dolor crónico, deterioro físico y funcional y pérdida de calidad de vida. Aproximadamente una de cada tres personas en todo el mundo padece dolor musculoesquelético. Los efectos biológicos de los materiales biocerámicos como emisores de infrarrojo lejano (IR-C) en los tejidos corporales y sus beneficios para la autogestión de los trastornos musculoesqueléticos, son objeto de interés actual.

Los trastornos musculoesqueléticos son la causa más frecuente de discapacidad y representan una enorme carga para la sociedad, al provocar pérdidas de productividad y sobrecargar el sistema sanitario [1, 2]. Estos trastornos tienen diferentes desencadenantes que van desde lesiones por sobrecarga o traumáticas durante la práctica deportiva hasta neuropatías o mialgias. El tratamiento suele ir orientado a los síntomas, y se pueden usar productos sanitarios no farmacológicos, como modalidades físicas, o intervenciones farmacológicas, como analgésicos, AINE (antiinflamatorios no esteroideos), glucocorticoides u opioides. Estas opciones de tratamiento pueden aliviar los síntomas molestos, pero no tratan la causa subyacente del dolor. Para evitar los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos, se han introducido nuevas soluciones no farmacológicas y a menudo no invasivas para el tratamiento del dolor.

Una revisión reciente describe el estado actual de los materiales biocerámicos que emiten radiación infrarroja lejana para aliviar el dolor musculoesquelético [2].

Efectos biológicos de la terapia con infrarrojos

Mientras que el IR-A o IR-B (infrarrojo cercano) de longitud de onda más corta penetra profundamente en la piel y puede causar daños tisulares, el IR-C de longitud de onda larga (infrarrojo medio y lejano) se absorbe completamente en las capas epidérmicas (véase la Fig. 1). En varios estudios, la luz IR-C (infrarrojo lejano) mostró efectos terapéuticos positivos en capas tisulares profundas que no eran accesibles a la radiación directa (véase la Fig. 1): Los autores describen una transferencia de energía por vías distintas a la radiación directa y proponen el agua como biomolécula dinámica y posible transmisora de energía [2].

Sobre la base de los hallazgos actuales, los efectos biológicos de la IR-C en los trastornos musculoesqueléticos pueden dividirse en tres categorías, como se indica en la Figura 2. La radiación infrarroja puede aliviar el dolor aumentando los niveles de NO y reduciendo el estrés oxidativo y los mediadores inflamatorios.

1. Daño oxidativo: el estrés oxidativo se define como una producción excesiva de especies reactivas de oxígeno (ERO) que puede provocar daños oxidativos en las células. El estrés oxidativo puede causar daño tisular e inflamación, lo que a su vez puede alterar la nocicepción a través de la estimulación de las neuronas sensoriales y provocar hiperalgesia. De hecho, en algunos estudios se ha demostrado que la radiación IR disminuye el estrés oxidativo y alivia el dolor y la inflamación a nivel muscular [2].

2. Vasodilatación: la radiación IR puede regular al alza la óxido nítrico sintetasa endotelial (ONSe), aumentando la biodisponibilidad del óxido nítrico (ON). El ON tiene un efecto relajante y vasodilatador sobre los vasos, así como otros efectos beneficiosos para el organismo, como la inhibición de la agregación plaquetaria y la prevención de la adhesión de leucocitos. Favorece la reparación muscular. Al inhibir la migración de células inflamatorias, puede proteger el músculo de daños y respuestas inflamatorias. Se habla de un efecto antinociceptivo a través de la hiperpolarización de los nociceptores [2].

3. Efecto antiinflamatorio: la inflamación puede aumentar la respuesta al dolor a través de la sensibilización de los nervios sensitivos. Durante la inflamación o la lesión tisular, las células dañadas y las células inmunitarias liberan mediadores inflamatorios. El aumento de los niveles séricos de IL-6 y IL-8 provoca hiperalgesia, fatiga y dolor. El TNF-α puede promover la sensibilización de los nociceptores, provocando dolor crónico y fatiga muscular. La radiación IR-C inhibe la expresión de citocinas inflamatorias [2].

Las biocerámicas como radiadores de infrarrojos

Las biocerámicas son materiales minerales que emiten radiación IR-C (infrarrojo lejano) tras absorber el calor corporal y pueden producir efectos biológicos positivos en los tejidos. En comparación con las fuentes de IR alimentadas con electricidad, la densidad de potencia emitida es baja, pero se compensa por el mayor tiempo que los materiales biocerámicos se exponen en contacto estrecho con la superficie de la piel como la tecnología ponible. Varios estudios han demostrado que las biocerámicas emisoras de infrarrojos pueden aumentar el flujo sanguíneo sin aumentar la temperatura de la piel [2]. La degradación de la microcirculación está relacionada con la cronificación del dolor y puede aumentar el riesgo de padecer dolor de cuello/hombro y lumbalgia [3]. El aumento de la microcirculación suministra oxígeno y nutrientes a los tejidos y ayuda a eliminar los subproductos del metabolismo. Un aumento de la microcirculación puede favorecer la curación y reducir el dolor [4].

Otros estudios han investigado el uso de biocerámicas para aliviar diversos tipos de dolor. Por ejemplo, en un ensayo aleatorizado controlado con placebo, un parche emisor de IR-C mejoró significativamente las puntuaciones de dolor en la gonartrosis. Los atletas padecieron menos dolores musculares al llevar pantalones emisores de IR-C. Los pacientes con dolor de pies notaron una disminución del dolor al llevar calcetines emisores de IR-C. El tratamiento con IR-C también parece ser beneficioso a largo plazo, como se demostró en mujeres con dismenorrea, ya que la puntuación del dolor en el grupo tratado con ellas también resultó ser mejor que en el grupo de control durante el periodo de seguimiento de dos ciclos de seguimiento [2].

La tolerancia de los materiales emisores de IR-C es buena, lo que no es sorprendente porque la intensidad de radiación alcanzada por las cerámicas y los tejidos emisores de IR-C es demasiado baja para generar problemas de seguridad.

Resumen

El uso de IR-C (infrarrojos lejanos) es una forma de tratar el dolor musculoesquelético al disminuir el dolor y la inflamación, lo que podría reducir el uso de la farmacoterapia, que puede provocar efectos secundarios, y de fomentar los mecanismos de curación naturales del organismo [5, 6]. Los materiales emisores de infrarrojos son seguros debido a la baja intensidad de la radiación y se consideran bien tolerados. Los autores recomiendan seguir investigando para evaluar y validar las teorías actuales [2].

Literatura

  1. Robert Koch Institut (RKI): Muskuloskelettale Erkrankungen. https://www.rki.de/DE/Content/Gesundheitsmonitoring/Themen/Chronische_Erkrankungen/Muskel_Skelett_System/Muskel_Skelett_System_node.html (accessed 17.07.2022).
  2. Kyselovic J, Masarik J, Kechemir H, Koscova E, Igracki Turudic I, Hamblin MR. Physical properties and biological effects of ceramic materials emitting infrared radiation for pain, muscular activity, and musculoskeletal conditions. Photodermatol Photoimmunol Photomed. 2022;00:1–13. https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/phpp.12799 (accessed 17.07.2022).
  3. Bau JG, Chia T, Wei SH, Li YH, Kuo FC. Correlations of neck/shoulder perfusion characteristics and pain symptoms of the female office workers with sedentary lifestyle. PLoS One. 2017;12(1):e0169318. doi: 10.1371/journal.pone.0169318
  4. Fernando CA, Pangan AM, Cornelison D, Segal SS. Recovery of blood flow regulation in microvascular resistance networks during regeneration of mouse gluteus maximus muscle. J Physiol. 2019;597(5):1401–1417. doi: 10.1113/JP277247
  5. Giannakopoulos B, Kechemir H, Amessou M, Turudic II. Self-Healing concept for musculoskeletal pain management: An evidence-based review. Evidence for Self-Medication 2022;2:220130. DOI: 10.52778/efsm.22.0130 (accessed 25.10.2022)
  6. McSwan J, Gudin J, Song XJ, Grinberg Plapler P, Betteridge NJ, Kechemir H, Igracki-Turudic I, Pickering G. Self-Healing: A Concept for Musculoskeletal Body Pain Management - Scientific Evidence and Mode of Action. J Pain Res. 2021 Sep 21;14:2943-2958. doi: 10.2147/JPR.S321037. PMID: 34584448; PMCID: PMC8464648 (accessed 25.10.2022).

Agradecimientos: Los autores agradecen a Paula Fontanilla, PhD, por revisar críticamente el contenido científico del manuscrito.

Conflicto de intereses: B. Giannakopoulos y M. Amessou son empleados de Sanofi.

Divulgación: Redacción y publicación médica financiada por Sanofi.

Afiliación/Correspondencia: Bill Giannakopoulos, PharmD, Sanofi, Athens, Greece, Mohamed Amessou, PhD, MBA, Sanofi, Neuilly-sur-Seine, France y Eva Koscova, MD, PhD, MBA, CVTI SR, Bratislava, Slovakia
Presentado el día: 06.12.2022Aceptado el día: 26.09.2023Publicado el día: 17.12.2023
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