El estreñimiento es una de las enfermedades gastrointestinales más comunes, con una prevalencia global estimada del 14 % [1]. Los síntomas más significativos incluyen una evacuación infrecuente de heces duras, un esfuerzo excesivo durante la defecación y la sensación de un vaciado intestinal incompleto. Cuando el estreñimiento sucede de manera ocasional, normalmente se puede tratar con automedicación. Las opciones de tratamiento disponibles en este caso incluyen -además de los laxantes osmóticos- laxantes estimulantes como el bisacodilo. Los laxantes estimulantes combinan efectos procinéticos y secretagogos (que promueven la secreción). La revisión de Corsetti et al. ofrece un resumen detallado de declaraciones relativas al fármaco bisacodilo que permiten aconsejar de forma eficaz y segura a los pacientes que sufren de estreñimiento [2].
Una vez que el recubrimiento gastrorresistente y entérico de los comprimidos de bisacodilo se ha disuelto en el colon, el profármaco se convierte en el metabolito activo bis-(p-hidroxifenil)-piridil-2-metano (BHPM). Este metabolito aumenta la motilidad y el contenido de agua de las heces (Fig. 1). El metabolito activo no se absorbe de forma sistémica.
Fig.1. Mecanismo de acción del laxante estimulante bisacodilo. El aumento del tono muscular se consigue mediante un efecto miogénico directo en el que intervienen los canales de calcio de tipo L. En la secreción de iones inducida por el BHPM intervienen dos mecanismos: la secreción de potasio, cuando el BHPM actúa sobre la mucosa desde la luz intestinal, y la secreción de cloruro y carbonato de hidrógeno mediada por las neuronas tras la absorción en la pared intestinal.
En un amplio estudio aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo publicado en 2011 [3], los pacientes recibieron 5-10 mg de bisacodilo (n = 247) o placebo (n = 121) una vez al día durante cuatro semanas. El número de deposiciones completas y espontáneas (NDCE) por semana -que era de 1,1 al inicio del estudio- aumentó significativamente (p < 0,0001) hasta 5,2 en el grupo de tratamiento activo, mientras que solo hubo un ligero aumento hasta una media de 1,9 de NDCE por semana en el grupo de placebo. Los pacientes tratados con bisacodilo también se beneficiaron de una notable mejora de su calidad de vida. Datos que aún no estaban publicados mostraron que los síntomas subjetivos (como la hinchazón abdominal y el malestar) también mejoraban con el bisacodilo y los pacientes estaban más satisfechos respecto a sus hábitos intestinales (aumento estadísticamente significativo en comparación con el placebo).
La diarrea y el dolor abdominal se encuentran entre los efectos no deseados más comunes del tratamiento con laxantes estimulantes como el bisacodilo. Según los datos extraídos de los estudios, estos efectos secundarios mejoran notablemente cuando se ajusta la dosis de manera individual y también a medida que avanza el tratamiento. Los datos disponibles (directrices, artículos de revisión, estudios clínicos, informes de casos) permiten concluir que, cuando se utilizan correctamente, los laxantes estimulantes como el bisacodilo también son seguros a largo plazo y su uso no se asocia a la habituación [4].
La revisión de Corsetti et al. [1] describe los primeros resultados de estudios que evalúan el efecto del bisacodilo en la microbiota intestinal [5]. En comparación con los sujetos sanos, las muestras fecales de los pacientes con estreñimiento crónico mostraron una concentración reducida de bifidobacterias y lactobacillus, así como un aumento de la concentración de bacterias y/o hongos potencialmente patógenos. Cuatro semanas de tratamiento con bisacodilo hicieron que se normalizara el tiempo de tránsito intestinal y que disminuyeran los microorganismos potencialmente patógenos, mientras que la flora intestinal volvía a la normalidad, aumentando así las cepas de bifidobacterias y de bacteroides.
Fig. 2. El bisacodilo provoca una disminución de los microorganismos potencialmente patógenos y una regeneración más rápida de la flora intestinal obligada.
El bisacodilo posee un doble mecanismo de acción: procinético e hidratante (antiabsortivo, secretor). El bisacodilo ablanda las heces, acorta el tiempo de tránsito fecal y facilita la defecación. El bisacodilo mejora la calidad de vida de los pacientes y su acción es puramente local. Los resultados de los estudios también indican efectos positivos en la microbiota intestinal. Parece aconsejable que se inicie el tratamiento con una dosis baja de bisacodilo (5 mg) y aumentarla posteriormente si fuera necesario. La tolerabilidad suele mejorar cuando la dosis se ajusta a las necesidades del paciente y con el aumento de la duración del tratamiento. La experiencia clínica, las directrices y los artículos de revisión sugieren que no hay problemas con el uso a largo plazo del bisacodilo. Puede considerarse una combinación con otros laxantes para los pacientes que no responden a la monoterapia.
Conflicto de intereses: S. Landes, M. Eberlin y R. Lange son empleados de Sanofi-Aventis.
Divulgación: Redacción y publicación médicas financiadas por Sanofi-Aventis Deutschland GmbH.